lunes, 16 de mayo de 2016

Yo estuve allí (Parte III)

Capítulo 3.- Tumba de los Tres Hermanos. Arco de Triunfo. Tetrapilón. Templo de Baal- Shamin. Templo de Bel



Nuestra siguiente parada fue la Tumba de los Tres Hermanos. Desaparecía la forma de torre vista anteriormente para convertirse en un hipogeo o tumba subterránea.

Caminando hacia la Tumba de los Tres Hermanos

Indicación, entrada y cornisa del hipogeo de los Tres Hermanos

El interior estaba formado por dos naves abovedadas en forma de T. Allí pudimos contemplar pinturas murales bastante deterioradas que decoraban las paredes con los nichos destinados a contener los sarcófagos. En la decoración encontramos desde motivos geométricos hasta pasajes mitológicos. El más sencillo de reconocer decoraba el tímpano  del fondo de la nave: Aquiles disfrazado de mujer entre las hijas del rey Licomedes de Skiros.

También estaba decorada con los característicos medallones que servían de marco para, los que imaginamos, que eran retratos de las personas enterradas. Estaban sostenidos por una especie de angelotes. Afortunadamente, este ha sido uno de los espacios que no ha sufrido daños por parte de los terroristas de Daesh.

Detalle interior de la Tumba de los Tres Hermanos e iconografía del tímpano 

Sin embargo, uno de los símbolos de Palmyra destruido ha sido su majestuoso Arco del Triunfo. Visto demasiadas veces en prensa y televisión en el último año, sin duda era un símbolo reflejado en libros de historia, postales y recuerdos por ser parte del perfil característico de la ciudad antigua.

Arco del Triunfo (detalle vano central) Octubre 2007

Cada uno de sus tres vanos enlazaban con los tramos de la avenida columnada. Lo atravesamos como quien atraviese un portal que comunica el presente con el pasado. La voz de Y. nos narraba historias, leyendas... Conocía cada rincón de Palmyra  lo que para mi carácter curioso y exigente fue todo un privilegio.

Vano lateral del arco con detalle de decoración geométrica

Detalle Arco del triunfo con las pilastras adosadas

Vista desde el interior de la avenida columnada.

Hoy este portal mágico de grandes sillares ha sido destruido sin piedad. Me quedo con su recuerdo y con todo lo que sentimos al cruzarlo, al mirar hacía arriba para ver esos grandes sillares e intentar imaginar lo que supondría atravesarlo 2000 años atrás. La ruina evoca, evade y en Palmyra sin duda cobra su máxima expresión.

Imagen publicada en prensa de la destrucción del Arco del Triunfo (antes y ahora)
Restos del Arco del Triunfo de Palmyra. Imagen tomada el 27 de marzo de 2016

Londres exhibió el pasado mes de abril (2016) una réplica de este arco como homenaje al monumento dinamitado. La réplica en mármol es dos tercios del original. La idea es que sea transportado a otras ciudades del mundo en señal de solidaridad con Siria y que en 2017 pueda viajar a Palmyra para colocarlo cerca del original.

Réplica del Arco del Triunfo de Palmyra en Londres. Abril 2016

La siguiente parada fue en el Tetrapilón, monumento que en ocasiones se puede encontrar en el Oriente Romano y que se solía construir en algún cruce de calles. En Palmyra servía de encrucijada entre las dos principales avenidas de la ciudad. Como se puede ver en la siguiente imagen, está formado por cuatro espacios compuestos a su vez por cuatro columnas.

Tetrapilón (Palmyra)

Muy reconstruido por cierto, ya que únicamente una de las dieciséis columnas del conjunto es original. El resto se levantaron en cemento lo que permite diferenciar al espectador lo original de lo restaurado. Tiene de especial que se puede contemplar desde cualquier punto de la ciudad y según nos contó Y., siempre ofrece algo de sombra sea cual sea la hora del día.

En ocasiones se ha establecido un paralelismo entre Palmyra y la ciudad jordana de Jerash. Sin desmerecer a esta última y pudiendo hablar desde el conocimiento de haber estado en ambas, el enclave jordano no es en absoluto comparable con todo lo que encierra Palmyra.  No es sólo su historia, su recorrido, sus templos, tumbas o castillos. Es el color que tiene la piedra cuando la luz del sol la golpea. Es entonces cuando adquiere ese aspecto etéreo como si de un espejismo se tratase. ¡De alguna manera estamos en un oasis, por lo que tiene algo de lógica que siga conservando esa sensación de ingravidez al pasear por ella!

Columnata de la avenida (Palmyra)


Detalle columnas

Si nos centramos en los edificios religiosos, de los que más anotaciones guardo son del Templo de Baal- Shamin y el de Bel por lo que vuelvo  a reescribir lo que aprendimos de ellos por entonces.

El Templo de Baal- Shamin es pequeño si lo comparamos con el de Bel. Sin embargo juega con esa delicadeza en proporciones y en detalles decorativos. Baal-Shamin era un dios de origen fenicio, que disputaba la importancia y rango al mismísimo Bel. Calificado de 'Señor de los Cielos', se le representaba como una gran águila cuyas alas extendidas cubrían el sol, la luna y las estrellas. Sus símbolos eran el rayo y la espiga. Estamos ante un templo dedicado a una de las deidades preislámicas más importantes del momento.

Templo de Baal - Shamin
El templo presenta la típica estructura  romano- siria. A ambos lados de la cella encontramos dos plazas columnadas  con capiteles que recuerdan al estilo de los templo de la de Baja época egipcia.  Esas reminiscencias orientales, sobre todo de época ptolomeica, será algo que veremos también en el de Bel. Se encontraba en un fantástico estado de conservación por aquel entonces, en parte debido que fue reutilizado como iglesia en época bizantina por lo que no fue abandonado ni cayó en desuso. Desgraciadamente, el 23 de agosto de 2015, supimos que Daesh lo había dinamitado reduciendo el recinto a escombros.

Imágenes publicadas en prensa de la destrucción del Templo de Baal- Shamin
Confirmación por satélite de la destrucción del Templo de Baal- Shamin
Pocos días después, concretamente el 31 de agosto de 2015, el Templo de Bel, santuario más importante de la ciudad, iba a correr la misma suerte. A través de imágenes tomadas por satélite, la ONU confirmó lo que ya se avanzó en las noticias: El templo de Bel, Patrimonio de la Humanidad había sido dinamitado por los terroristas. De él guardo notas y bibliografía que me ayudó a desentrañar algunos de sus símbolos. Por lo que, como es lógico, merece unas línas en este cuaderno revisado de viaje.

Fue construido bajo el mandato de  Tiberio en el 32 d.C- aunque su construcción empezó mucho antes- para conmemorar y al mismo tiempo afianzar la anexión de Palmyra al Imperio Romano.Los arquitectos que lo diseñaron provenían probablemente de la gran ciudad de Antioquía.

Ningún otro monumento de la ciudad gana en importancia artística a este templo. Sirvió de modelo en proporciones y estilo al resto de construcciones de la ciudad. De él parte todo.

Hasta principios del siglo XX albergó casi la totalidad del pueblo de Tadmor compuesto por aquel entonces por tribus beduinas. El 1929 un decreto hizo esta población se trasladase al pueblo nuevo de Tadmor, al que nos referiremos más adelante.

Templo de Bel (acceso a los adyton) Octubre 2007
Estamos pues ante un templo único en la arquitectura clásica ya que tiene algunas peculiaridades que no se encuentran en construcciones similares. Por ejemplo, la puerta está descentrada, la decoración de algunas pilastras nos recuerda de nuevo a Egipto más que a Roma. Nos encontramos con dos adyton (o zonas sagradas) dedicados al Sol y a la Luna respectivamente, ambos hijos del dios Bel. Por lo tanto Bel y sus dos hijos, deidades también, formarían una  triada de origen mesopotámico. Se trataría pues de un templo que mantiene una disposición interior similar a los templos orientales pero que sin embargo usa el canon grecorromano en sus elementos arquitectónicos.

Acercándonos al Templo de Bel
Allí estábamos mi marido, nuestro amigo Y. y yo adentrándonos en el templo de Bel como si de una aventura se tratase. Sacamos bastantes fotos del interior y nos acercamos a los adyton, muy elevados en altura y enmarcados por una singular decoración que mezclaba elementos clásicos y orientales.

Interior del Templo de Bel

Interior Templo de Bel (escalinatas de acceso al adyton)

Las cámaras estaban cubiertas de forma diferente. La del lado norte tenía una falsa bóveda semiesférica dividida en casetones con los retratos de lo que parecían deidades y  los doce signos del Zodiaco. En cambio, el techo de la cámara sur contaba con una rica decoración geométrica y floral aunque muy  ennegrecido por el humo de las ofrendas que allí se harían.

Detalle de techo de una de las cámaras ennegrecido por el humo de las ofrendas
El exterior de la cella ofrece otras curiosidades: El arquitrabe del lado este está colocado de tal forma que da la sensación de que todo se puede derrumbar en cualquier momento. En el muro sur hay columnas adosadas de orden jónico –las únicas en Palmyra–, pero las columnas corintias que se mantienen en pie están desprovistas de capiteles, y ostentan en su lugar cilindros lisos. También destacar la presencia de los capiteles palmireños (desconocidos hasta entonces para mi) y que gracias a las explicaciones de Y. supe que eran una variante del corintio,

La cornisa del edificio central está coronada con una fila de extraños remates escalonados, a modo de almenas. Volvemos a encontrar una decoración oriental que se aleja de los motivos griegos. La calidad de la talla es de gran belleza permitiendo en ocasiones que se pueda ver el cielo a través de los intersticios que se abren entre las hojas. Como conclusión podemos afirmar que estamos ante un templo hibrido que reflejaría la situación de Palmyra en su momento. Se mantendrían las deidades y el rito semítico pero ayudándose en la ejecución del estilo grecorromano.

Muro exterior. Templo de Bel. 2007


En esta explanada exterior hay desperdigados centenares de tambores de fustes corintios que permiten hacerse una idea de la magnitud de los sillares pétreos. Algunos de ellos se emplearon para fortificar la zona ya que en época medieval este templo fue convertido en fortaleza.
Exterior del Templo de Bel. Detalle 

Rodeamos el Templo de Bel ya que el exterior contenía tantos restos que merecía la pena detenerse en algunos para observarlos.  Los cultivos que se veían junto a los palmerales y los olivos  hacían que no se te olvidase que te encontrabas ante un oasis.
Paseando por el exterior del Templo de Bel. Octubre 2007

Detalle de un friso en el exterior del Templo de Bel.

Detalle de un friso situado en el exterior del Templo de Bel.

Algunas de las joyas situadas en el exterior del Templo de Bel

Fotografía de satélite en la que se puede comprobar la destrucción del Templo
Y hoy reescribo con pena este capítulo de nuestro viaje pero intento mantener con vida aquello que ya no está a través de la palabra y de la lectura de estas líneas.  Hasta aquí, hasta el Templo de Bel dedico la entrada de hoy, pero como ocurre cada vez que termino un capítulo del que fue el viaje de nuetra vida, todavía queda mucha Palmyra por recorrer y mucha Siria por descubrir. Pero eso ya será hasta otra día. (Continurá...)

Antes y después del Templo de Bel



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